Las muestras de depredación costera
en el litoral español son constantes, especialmente en el Mediterráneo. Desde
la década de los sesenta, este litoral ha sido víctima de la fiebre de los
puertos deportivos y urbanizaciones “en primera línea de playa”, objetivos
incompatibles ambos si no se hacen con planificación. En este litoral, el mar
renueva constantemente la arena de las playas por una corriente de norte a sur.
En cuanto se construye un puerto con su espigón correspondiente dicha corriente
se quiebra. En algunos casos, este impacto se hace irreversible, como el
espigón construido por los portugueses en la desembocadura del Guadiana, que ha
provocado la desaparición de las playas en Isla Canela (Huelva). Entre otros,
Torremolinos, Benidorm, se recuperan gracias a enormes sumas de dinero
invertido en la aportación de arena. Este problema no afecta al litoral
cantábrico por motivos geográficamente disuasorios; los cinco metros de
desplazamiento de las mareas y una menor presión urbanística por construir
junto al mar. (El País, 28/10/1997).
A. ¿De qué corriente habla el
texto? ¿En qué sentido circula en el Mediterráneo?
B. ¿Qué problema ocurre tras la
construcción de los espigones o puertos deportivos? ¿Cómo repercuten estas
construcciones sobre la acumulación de arena en las playas situadas antes y después
de las mismas?
C. Razona en qué sentido circulará dicha corriente en la figura
adjunta.
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