Todas las respuestas han tenido un buen nivel. Algunos consiguen el 0,2 (Vanessa, Elena, Sara, Marta), otros llegan al 0,18 (Laura B., Yasmín, Andrea), el resto ha llegado a 0,16. ¡Enhorabuena a todos!
Copio aquí una parte de una de las respuestas:
Cada especie del planeta,
participa en relaciones que mantienen el equilibrio ecológico. La biodiversidad
es parte de un equilibrio natural, todo es una cadena y cada especie tiene una
función. Todas las especies animales y vegetales deben ser respetadas pues
aunque no lo parezca, hacen que nuestro planeta tenga un equilibrio. Todas
cumplen con una función específica para mantener el balance. Además su aporte
no es solo estético. Si anulamos la vida de otras formas de vida distintas a la
nuestra, anulamos la posibilidad de existir como especie humana en el planeta.
Por eso, hay que ser concientes que cada especie que desaparece genera una
perdida para la biodiversidad.
Es cierto que la mayoría de
la biomasa del mundo está compuesta por hongos, bacterias, malas hierbas e
insectos, también es cierto que el valor de estos pequeños seres es
indiscutible. Y más aun porque cuantas más especies viven en un ecosistema,
mayor es su productividad y mayor su capacidad de soportar la sequía y otros
tipos de estrés ambiental. La biodiversidad también enriquece el suelo, limpia
el agua y hasta crea el aire mismo que respiramos. Cada vez que se extingue una
especie, esos valores se vuelven más inestables. Cada especie es algo así como
la pieza de un gran rompecabezas.
Las especies que viven hoy en día tienen millones
de años de antigüedad. Sus genes, al haber estado probados por la adversidad a
lo largo de tantísimas generaciones, manipulan un conjunto complejo de
dispositivos bioquímicos que ayudan a la supervivencia y la reproducción de los
organismos que los portan. Ésta es la razón por la que, además de crear un
ambiente habitable para la humanidad, las especies salvajes son el origen de
productos que ayudan a sostener nuestra vida.